viernes, 25 de noviembre de 2011

No pierdas nunca la Esperanza


Cuando las fuerzas se agoten; cuando tu mirada esté perdida y en tus labios falte una sonrisa...

Cuando tu día se vea obscurecido por nubes de pesimismo y no puedas dar un paso más porque te faltan motivos para hacerlo...

Cuando tus manos se nieguen a dar, tus ojos a admirar las pequeñas cosas de la vida y tu corazón esté profundamente herido...

Cuando los amigos te abandonen y tu voz deje de ser dulce... piensa siempre que más allá hay una esperanza, porque todos los días nace una ilusión.

Recuerda que la sonrisa se recupera si ves en cada hombre a un hermano. El camino se hace fácil cuando se busca apoyo y los amigos nunca abandonan si hay afecto.

La paciencia es la parte más delicada y digna de la grandeza del alma, y también la más escasa. La paciencia está en la raíz de todo. La misma esperanza deja de ser felicidad cuando va acompañada de la impaciencia.
Siempre encontrarás una esperanza por difícil que parezca, el camino y el Sol no se oculta para el que sabe confiar en el creador eterno.

-Desconozco su autor

jueves, 17 de noviembre de 2011

CALOR DE HOGAR

  Todos soñamos con vivir en un hogar feliz rodeados de nuestros padres y hermanos. Donde reine la alegría, los juegos, las risas, los regalos, pero a veces es muy diferente. Parejas que se distancian, hermanos que acaban abandonando el hogar, hijos que no encuentran el calor familiar y deciden buscarlo fuera Para que reine el fuego en el hogar es necesario alimentarlo con expresiones afectuosas, motivaciones y estímulos diarios.

  La formación en valores humanos, morales éticos, espirituales, sociales, etc. que los padres deben inculcar a sus hijos, son fundamentales para que sean felices durante toda su vida. Cuando consigan interiorizar esos valores que han de marcar pautas de una conducta coherente, se convertirán en ideales que serán los indicadores del camino a seguir.

  El calor y el bienestar de la felicidad está escondido en el interior de cada persona. Cuando miramos en silencio nuestro interior abrimos sin reservas nuestra alma y es cuando podemos reflexionar sobre nuestra forma de vivir y de actuar.

  El conocimiento espiritual y la práctica de los valores humanos nos ayudarán a vivir en la verdad y a buscar la verdadera felicidad en este mundo tan materializado.

  No hay mayor felicidad para las personas, que recorrer juntos con las manos enlazadas, el camino que Dios nos tiene preparado.

  ¡Si repartimos felicidad a los demás, recibiremos una mayor recompensa!

                                                           

martes, 8 de noviembre de 2011

Perfume de amor


Creo en mi corazón, ramo de aromas
que mi Señor como una fronda agita,
perfumando de amor toda la vida
y haciéndola bendita.

Creo en mi corazón, el que no pide
nada porque es capaz del sumo ensueño
y abraza en el ensueño lo creado:
¡inmenso dueño!

Creo en mi corazón, que cuando canta
hunde en el Dios profundo el franco herido,
para subir de la piscina viva
recién nacido

Creo en mi corazón, el que tremola
porque lo hizo el que turbó los mares,
y en el que da la Vida orquestaciones
como de pleamares.

Creo en mi corazón, el que yo exprimo
para teñir el lienzo de la vida
de rojez o palor y que le ha hecho
veste encendida.

Creo en mi corazón, el que en la siembra
por el surco sin fin fue acrecentando.
Creo en mi corazón, siempre vertido,
pero nunca vaciado.

Creo en mi corazón, en que el gusano
no ha de morder, pues mellará a la muerte;
creo en mi corazón, el reclinado 

Gabriela Mistral