viernes, 7 de agosto de 2015

Cultivemos la alegría

Cultivar la alegría no es cerrar los ojos
para no ver las cosas desagradables
y los sinsabores del mundo.

No es recubrir  la realidad con un velo color de rosa
para crear una felicidad ilusoria.
Por el contrario, vivir con alegría
es vivir con una conciencia extrema,
dando testimonio, en la oscuridad del mundo,
de que nuestro ser pertenece a algo diferente.

La alegría no es un lenguaje de palabras
es un lenguaje de miradas.
La alegría no convence, contagia.
La alegría es poderosamente subversiva;
porque es subversivo el amor sin distinciones
que trasmite.

Susana Tamaro.