jueves, 17 de noviembre de 2011

CALOR DE HOGAR

  Todos soñamos con vivir en un hogar feliz rodeados de nuestros padres y hermanos. Donde reine la alegría, los juegos, las risas, los regalos, pero a veces es muy diferente. Parejas que se distancian, hermanos que acaban abandonando el hogar, hijos que no encuentran el calor familiar y deciden buscarlo fuera Para que reine el fuego en el hogar es necesario alimentarlo con expresiones afectuosas, motivaciones y estímulos diarios.

  La formación en valores humanos, morales éticos, espirituales, sociales, etc. que los padres deben inculcar a sus hijos, son fundamentales para que sean felices durante toda su vida. Cuando consigan interiorizar esos valores que han de marcar pautas de una conducta coherente, se convertirán en ideales que serán los indicadores del camino a seguir.

  El calor y el bienestar de la felicidad está escondido en el interior de cada persona. Cuando miramos en silencio nuestro interior abrimos sin reservas nuestra alma y es cuando podemos reflexionar sobre nuestra forma de vivir y de actuar.

  El conocimiento espiritual y la práctica de los valores humanos nos ayudarán a vivir en la verdad y a buscar la verdadera felicidad en este mundo tan materializado.

  No hay mayor felicidad para las personas, que recorrer juntos con las manos enlazadas, el camino que Dios nos tiene preparado.

  ¡Si repartimos felicidad a los demás, recibiremos una mayor recompensa!