Acércate a la Naturaleza
del mejor modo posible.
Escucha el trino de
los pájaros,
el temblor de las hojas de los árboles,
la brisa, el ulular del viento, el borboteo del agua..
Esa es la música celestial
que entona el himno de la Creación.
Observa los detalles más insignificantes:
el brote de las ramas y las hojas ,
su caída formando alfombras de colores.
Los distintas especies de animales
que corren, vuelan y brincan en la libertad,
sin cortapisas, sin direcciones.