viernes, 17 de junio de 2016

Leyenda Zen. El árbol de la cerezas y el tigre.




Origen japonés

Un estudiante frustrado con su vida y con la escuela, se acercó a su maestro pidiendo alguna orientación.
“Cuenta la historia”, dice el profesor en respuesta a la solicitud de ayuda del estudiante, “que un monje budista estaba caminando por las montañas un día. Entonces, de la nada, apareció un tigre, persiguiendo al monje hacia el borde de un acantilado. El monje, en su afán por escapar del tigre, corre hacia el borde del precipicio y se sube por un costado, donde ve a otros cinco tigres 5 metros por debajo de él, esperando para devorarlo. Entonces el monje se sostiene de una vid esperando la oportunidad para escapar o su inminente fallecimiento. Mientras el monje está colgado explorando sus opciones observa a mano izquierda una fresa. Sonríe y piensa “¡qué magnífica fresa!” Por lo tanto, la coge y se la come”.
El estudiante esperó a que su profesor continuara, pero estaba claro que el maestro había terminado la historia. “¿Eso es todo? ¿Esa es la historia?” preguntó el estudiante. “El monje está a punto de ser comido por los tigres y en cambio decide comerse una fresa?”, exclamó el estudiante.
“¿Y cuál es el punto?”, añadió.
El maestro respondió: “La lección es conocer, agradecer y disfrutar la experiencia de estar vivo. Debes estar presente cada segundo”.
El estudiante respondió: “Pero maestro, todo el mundo está vivo cuando está vivo”.
“No,” dijo el maestro, “es el conocimiento de estar vivo en cada momento, en cada experiencia, buena y mala. Tenemos que estar vivos cada segundo y no simplemente existir y vivir nuestros días”.
“Mírate ahora”, continuó el profesor. “Permanecemos corriendo en la vida como perseguidos por tigres, consumidos por nuestros pensamientos de cómo podría mejorar todo si las cosas fueran diferentes. Sin embargo, he compartido contigo los últimos años situaciones difíciles, estando a punto de ser comido por los tigres y he visto como te has salvado en cada situación. No puedes estar vivo sintiendo miedo, pues dejas de ver y experimentar las maravillas de la vida que tienes cada momento en frente tuyo”.
El maestro le preguntó: “¿Estás corriendo continuamente sonriendo ante la sensación de ser la persona más afortunada y agradecida en el mundo gracias a lo que está presente en tu vida hoy, o estás consumido por el miedo, por aquello que no tienes en tu vida o lo que posiblemente sucederá en algún momento del futuro?”
El estudiante pensó por un momento, miró a su maestro, sonrió y siguió adelante con su día …
Gratitud significa recordar que el mundo es un lugar maravilloso y que estamos verdaderamente bendecidos por tanta abundancia.

Esta leyenda está tomada   de Catalina de Greiff Amazo .Vaya para ella toda mi gratitud.


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