Dame las alas de un águila
para poder volar por encima de las montañas
Dame la agilidad de un sarrio para poder saltar entre ellas
Dame la prudencia de una marmota para respetarlas
Dame la fuerza de un caballo para poder subirlas
Y, sobretodo, dame mucha vida para seguir marcando la huella de mi bota en todos sus senderos. |
1 comentario:
Si al franquear una montaña en la dirección de una estrella, el viajero se deja absorber demasiado por los problemas de la escalada, se arriesga a olvidar cual es la estrella que lo guía.
Un abrazo Pily
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