jueves, 18 de octubre de 2012

OTOÑO





                                                          
Vuelve ya el otoño
el fruto, los retornos
los cantos junto al hogar
Vuelven las hogueras
se queman las quimeras
que sólo se queda el mar
Vuelven los romances
los niños y los parques
vuelven los amigos
saludan los vecinos
Ya las golondrinas
se pierden en las cimas
y tú vendrás
Hablan las comadres
y junto a los telares
se teje una historia más
Vuelven ya los días
de luz adormecida
de dulce tranquilidad
Y tañen las campanas
la plaza se engalana
se baila la fiesta de otoño
va a empezar
Vuelve ya el otoño
el vino los madroños
el fuego junto al hogar
Se cuentan historias
de playas y de olas
de besos junto a la mar
Vuelven los amantes
ansiosos por amarse
vuelven los pastores
marchitan ya las flores
Vuelven los compadres
recuerdan mocedades
conquistas allende el mar
Todos se han casado
su vida han ordenado
mas no pueden olvidar
Fuente: musica.com

Mocedades




martes, 16 de octubre de 2012

FLORES EN EL MAR

                                     Para ti. IVÁN     
Puse flores encima de las olas
como recuerdo de tu tierno amor.
Las miré y pronto las vi marchitas,
perdieron el perfume y el color.
Lloré al verlas que se iban,
mis lágrimas ,desde hoy, ya flores son.

Aunque nadie las vea porque desaparecen
las sigues viendo tú,cerca de Dios.
Las flores aquí se mueren pronto
solo son eternas las de mi corazón.
lágrimas derramadas, ausencia y tristeza,
en el Cielo azu, está "mi flor"
             Mamá

viernes, 12 de octubre de 2012

CINCO DELFINES REMEROS


Te fuiste, marinerito,
en una noche lunada,
¡tan alegre, tan bonito,
cantando, a la mar salada!


¡Qué humilde estaba la mar!
¡Él cómo la gobernaba!
Tan dulce era su cantar,
que el aire se enajenaba.


Cinco delfines remeros
su barca le cortejaban.
Dos ángeles marineros,
invisibles, le guiaban.


Tendió las redes, ¡qué pena!,
por sobre la mar helada.
Y pescó la luna llena,
sola, en su red plateada.






Qué negra quedó la mar!
¡La noche, qué desolada!
Derribado su cantar,
la barca fue derribada.


Flotadora va en el viento
la sonrisa amortajada
de su rostro. ¡Qué lamento
el de la noche cerrada!


¡Ay mi niño marinero,
tan morenito y galán,         
tan guapo y tan pinturero,
más puro y bueno que el pan!


¿Qué harás, pescador de oro,
allá en los valles salados
del mar? ¿Hallaste el tesoro
secreto de los pescados?

                                                             
                                                ¡Ay mi niño marinero,
                                                tan morenito y galán,         
                                                tan guapo y tan pinturero,
                                                más puro y bueno que el pan!


                                      
                                        
                                     
                                                                    
Deja, niño, el salinar                        
del fondo, y súbeme el cielo
de los peces y, en tu anzuelo,
mi hortelanita del mar.

Rafael Alberti